La zooterapia es una metodología que involucra a los animales en la prevención y tratamiento de patologías humanas, tanto físicas como psíquicas.

La aplicación de esta técnica se ha ido generalizando paulatinamente en el mundo como consecuencia de la inmensa utilidad médica que significa para las instituciones de rehabilitación que la han implementado. Existe actualmente un gran número de agrupaciones con y sin fines de lucro que se dedican profesionalmente a esta actividad.

Se describen tres modalidades de importancia en el área: hippoterapia, delfinoterapia y visitas programadas con animales menores. Todas ellas trabajan normalmente con personas enfermas o discapacitadas. Sin embargo, también existen experiencias de carácter preventivo dirigidas a individuos sanos, con estrés o sometidos a labores rutinarias. Es así como en Japón hay empresas con perros y gatos dentro de las oficinas, con el fin de entregar tranquilidad, relajación y gratificación a todos quienes se desempeñan en estos lugares. El resultado es un menor nivel de estrés, con personas trabajando más y mejor.

Aspectos científicos

La explicación al fenómeno de la zooterapia pasa por el sistema nervioso central (SNC), y específicamente por el sistema límbico del cerebro, encargado de regular el componente emocional de nuestra conducta. Al respecto, la visualización y el contacto con la naturaleza induce la liberación de endorfinas a este nivel del SNC, generando sensaciones de tranquilidad que distensionan y gratifican nuestros procesos mentales. En general, cualquier constituyente de la naturaleza es capaz de inducir este efecto, pero son aquellos elementos que interaccionan directamente con el hombre los que entregan mejores resultados. Es el caso de los animales.

Con los niños, estos efectos son aparentemente mayores y más notorios, debido a la preponderancia del pensamiento afectivo que los caracteriza, por sobre la racionalización y el control de los impulsos instintivos primarios que son representativos más bien de los adultos. Sin embargo, niños, jóvenes, adultos y ancianos, tanto sanos como enfermos, son capaces de experimentar estas sensaciones y beneficiarse de ellas.

Por otra parte, se ha determinado claramente que existen estrechos vínculos entre las funciones corporales y el estado psíquico, al grado que muchas enfermedades orgánicas y la resolución de las mismas son consecuencia de diversos procesos mentales. Es el sistema inmune que, en la gran mayoría de estas patologías, participa modulando su accionar según el estado mental del individuo. Por lo tanto, situaciones de alegría, tranquilidad y optimismo facilitan la recuperación orgánica de cualquier injuria o enfermedad que la afecten, constituyéndose sin duda, en la prin­cipal causa del beneficio que significa el acercamiento entre las personas y los animales. Existen otros mecanismos terapéuticos comunes a las distintas modalidades de zooterapias que refuerzan los aspectos psicológicos mencionados. Entre estos:

- Se estimula la producción de células T, endorfinas y hormonas. - Mediante la entretención generada, los pacientes se distraen de dolores y estados depresivos. - Se facilita la interacción entre desconocidos, disminuyendo la sensación de soledad. - Mediante el ejercicio, la actividad, la alegría y el optimismo se favorece enormemente la autoestima de quienes acceden a las terapias con animales.

Hippoaterapia

La hippoterapia se ha definido según el 'National Center for Equine Facilitated Therapy ' (NCEFT) de EE.UU., como una forma especializada de terapia física que utiliza equinos en el tratamiento de desórdenes del movimiento asociados con varias patologías neurológicas y neuromuseu]ares, tales como parálisis cerebral, accidentes vasculares en el cerebro, esclerosis múltiple y traumatismos cerebrales. Los objetivos radican en la normalización del tono muscular y reforzamiento de la musculatura postural, incrementando la habilidad para el desarrollo de las actividades funcionales cotidianas. Así mismo y debido a la incondicional entrega del caballo, la experiencia se convierte en un gran factor motivacional para el paciente. Por lo mismo, niños con problemas de autismo y Síndrome de Down también se han beneficiado de este procedimiento.

Esta modalidad se creó en Europa después de la segunda guerra mundial, tras dos epidemias de poliomielitis, reconociéndose desde entonces como un tratamiento altamente exitoso.

Delfinoterapia

En términos generales, esta modalidad es un procedimiento terapéutico basado en un trabajo dirigido al paciente tanto dentro como fuera del agua, quien se relaciona a las extraordinarias características de tolerancia y apertura de los delfines. Niños y adultos logran incrementar su nivel atencional como resultado del deseo de interactuar con los delfines. El propósito general de una delfinoterapia es motivacional, aunque se pueden lograr otros objetivos relacionados al lenguaje, motricidad y pensamiento conceptual. Se han citado otros logros de este procedimiento, entre los que destacan:

* El sistema de localización sonora de los delfines puede explicar los cambios celulares y tisulares y la influencia en las neuronas vía resonancia, cavitación o sonoforesis.

* Después del contacto con los delfines se ha observado una mayor sincronicidad entre los hemisferios cerebrales, además de un mayor grado de ondas cerebrales lentas en el espectro alfa y theta. Esta situación activa el sistema inmune y auto regula los procesos corporales.

Las primeras investigaciones utilizando delfines con niños discapacitados se realizaron en EE.UU. hacia 1978, período desde el cual se han venido descubriendo las importantes bondades terapéuticas del contacto con estos animales.

Visitas a Centros de Rehabilitación

A diferencia de las otras dos modalidades, esta no requiere la necesaria presencia de especialistas durante su desarrollo, puesto que uno de sus principales objetivos es la socialización. Para tal efecto, personas que normalmente son voluntarios llevan sus mascotas a centros médicos, hospitales, casas de retiro, etc., donde comparten períodos de tiempo programados durante el mes, entregando alegría, esperanza y compañía a quienes se encuentran en estos recintos. Los requisitos se basan en la buena disposición de los voluntarios, la inclusión de animales tranquilos y de buen temperamento, además de las medidas sanitarias, de higiene y alimenticias que ellos requieren. Los animales más frecuentemente usados en estas actividades son: perros, gatos, hurones, monos, iguanas, conejos, cuyes, palomas, tórtolas, chinchillas, entre otros.

Las visitas programadas son, de los tres tipos de modalidades, la más común y a la cual tienen acceso el mayor número de personas. Así mismo, canaliza más ampliamente la participación de quienes sienten la necesidad de entregar ayuda y bienestar a los enfermos. Entre los beneficios característicos de esta modalidad

* Se fomenta con gran importancia la interacción social, resultando en una reducción del estrés y en una fisioterapia incidental.

* Disminuye los niveles de presión sanguínea y acorta la permanencia de los enfermos en el hospital.

Zoonosis

Actualmente, no están claras las posibles desventajas de una zooterapia.

Indudablemente, el peligro de una zoonosis se vislumbra como aquella de mayor importancia, y fundamentalmente cuando se trata de visitas a personas enfermas o inmunodeprimidas.

Un gran número de patógenos son candidatos de infectar seres humanos que comparten o cohabitan con animales, y es un riesgo inherente que se puede controlar pero difícilmente eliminar. Por este motivo, es imprescindible contar con ejemplares tratados por veterinarios, y mantenidos con todas las condiciones adecuadas de manejo que requieren, incluyendo vacunas, desparasitaciones, limpieza y buena alimentación.

Las probabilidades de una zoonosis debida al desarrollo de estas actividades son difíciles de calcular, y dependen directamente de las condiciones en que se llevan a cabo las terapias. Sin embargo, con las medidas básicas de higiene y de protección con las personas inmunodeprimidas (mascarillas y guantes) el riesgo prácticamente se anula. Es de considerar, que las principales fuentes de infección para quienes se encuentran en establecimientos médicos de rehabilitación son las mismas personas que circulan en ellas, incluyendo a los familiares; la especificidad de especie que caracteriza a muchos patógenos, provoca necesariamente una frecuencia mucho mayor de enfermedades transmitidas entre seres humanos respecto de las zoonosis.

Beneficios indirectos

La existencia de programas terapéuticos con animales genera una serie de beneficios no cuantificables que son de igual manera muy importantes:

* No solo las personas enfermas o discapacitadas son beneficiadas, sino que también las familias de las mismas y el personal médico de las instituciones que las atienden.

* Mediante las actividades se puede educar y crear conciencia en la gente de las  ecesidades y responsabilidades que significan el cuidado y buen trato de los animales. Con los niños este punto es vital, puesto que ellos interiorizan rápidamente su experiencia y generan conductas afectivas con los animales, que se perpetuarán durante sus vidas.

* Los animales que participan son tratados y mantenidos en las mejores condiciones, además de recibir el cariño de todos quienes los rodean.

* Las personas encargadas de la zooterapia, en cualquiera de sus modalidades, sienten la gratificación de desarrollar una actividad de ayuda social que es emocionalmente muy bien recompensada por quienes la reciben.

Situación en Chile

En nuestro país existen pocas instituciones trabajando en el área. Algunos proyectos de delfinoterapia, dos o tres agrupaciones de hippoterapia y una de visitas a centros de rehabilitación constituyen el espectro conocido en la actualidad. Nuestra experiencia en zooterapias se ha desarrollado a través de la Fundación Amigos del Hombre, organismo con personalidad jurídica y sin fines de lucro que ha realizado visitas al Hospital Luis Calvo Mackenna desde hace unos dos años. Este período, que ha servido para establecer la institución, nos ha permitido recoger la hermosa experiencia de la terapia con animales, como así mismo palpar lo difícil que significa coordinar y darle continuidad a la actividad cuando se dispone de poco dinero. Sin embargo, y gracias a la constancia de los voluntarios, se está actualmente en mejores condiciones de organizar un proyecto de zooterapia capaz de responder a las necesidades de la gente que, prácticamente sin excepción, se siente muy agradecida del trabajo en el hospital.

Bajo estas motivadoras circunstancias, pretendemos la realización de tres tareas básicas:

I- Establecer visitas programadas a otros centros de rehabilitación, además de construir un delfinario natural a mar abierto para la aplicación de la zooterapia con delfines nariz de botella.

II.- Creación de un centro de rehabilitación de animales, especialmente exóticos o silvestres que puedan ser decomisados por organismos gubernamentales, rescatados o entregados voluntariamente a nuestra institución, para recuperarlos física y conductualmente, con el objeto de reinsertarlos en su ambiente natural, o incorporarlos a nuestro programa educativo, en visitas a instituciones o simplemente prolongarles su existencia en condiciones más dignas de vida.

III.- Crear espacios para la investigación acerca del beneficio terapéutico de los animales, abriendo un nuevo campo de estudio en nuestro país para profesionales afines. Asimismo, a través de todas las actividades propuestas, es nuestra intención el promover y desarrollar programas educativos, con la finalidad de crear conciencia y sensibilidad con respecto a los derechos de los animales, sus beneficios en la convivencia con el ser humano y su rol trascendental en la naturaleza.

Es de esperar que a futuro tengamos en Chile una gama más amplia de posibilidades para la terapia con animales, donde como veterinarios tenemos mucho que decir y falta tanto por hacer.