Desde hace un tiempo estamos asistiendo a una discusión entre las llamadas universidades 'docentes', que son fundamentalmente proyectos privados y cuya función principal es entregar algunos títulos profesionales, y aquellas universidades 'complejas', que además de lo anterior ofrecen títulos académicos en áreas muy diversas, en los cuales el énfasis está en el ofrecer una gama amplia de posibilidades de conocimiento a la comunidad. Estas últimas, además desarrollan investigación como parte esencial de su misión, junto con actividades de extensión y servicio público. Al respecto, considero que existen potencialidades adormecidas que es necesario re encantar en muchos grupos de trabajo de estas universidades 'complejas', porque creo que pueden hacer mucho más de lo que actualmente realizan en investigación y servicio.

Ambos proyectos están coexistiendo en Chile y con mayores o menores críticas, están no solamente siendo aceptados por la sociedad sino que gradualmente esos proyectos de universidades 'docentes' están incursionando lentamente también en investigación, lo cual a mi juicio las hará transformarse realmente en lo que yo entiendo por universidad, en donde la creación y el desafío por el descubrimiento, sean elementos esenciales de su quehacer.

Es en este punto de los proyectos de investigación y desarrollo, algunos concursables y otros con financiamientos institucionales internos, en donde todas nuestras instituciones universitarias 'docentes' o 'complejas' debemos siempre velar por el buen uso de ese trabajo hermoso, y no siempre bien reconocido, que es el crear ciencia y arte a través de la investigación y no utilizarlos con finalidades financieras o de propagandas institucionales. Las cifras de inversión pública y privadas así lo indican. Lo anterior es porque la investigación y desarrollo de proyectos de investigación requiere de una rigurosidad y reflexión a toda prueba, pudiendo existir la tentación de hacer juicios respecto al asunto sobre el que se trabaja, con objetivos diferentes al del proyecto mismo.

Con lo señalado me refiero a que, desde su diseño hasta su publicación y divulgación la investigación debe estar sometida a pares, que sepan no solamente del asunto tratado y aquilatar la proyección de sus contenidos, sino que puedan someterse a críticas sobre las metodologías y materiales utilizados, los análisis realizados y las conclusiones alcanzadas.

También, existe algún grado de controversia en proyectos de desarrollo en que los resultados obtenidos no se confrontan con los efectos sociales, políticos y económicos que ellos pueden acarrear. Es decir, la forma y oportunidad de divulgar un resultado, en el mundo de hoy, también se debe medir con cuidado y conversar con los diferentes agentes o instituciones a quienes los resultados pudieran afectar. Ello porque, con humildad podríamos reconocer habernos equivocado en algún análisis o procedimiento, o no haber pensado en el efecto que la proyección del resultado pueda provocar en otros campos.

Con lo anterior no quiero decir que se le debe 'bajar el perfil' a los resultados de investigaciones bien hechas, sino que los pongamos en sus justos términos, ya que la verdad muchas veces no está hacia donde los resultados nos han llevado, particularmente en asuntos biológicos y humanísticos.

Con estos pensamientos les entregamos este nuevo número de nuestra revista TECNOVET, que tantas satisfacciones nos ha dado. Que lo disfruten.